Una investigación de la BBC (Reino Unido) comprobó la existencia de una red de hombres que venden videos que muestran los abusos sexuales a chicas en el metro de Japón. El equipo de “Investigación de BBC Eye”, pasó un año investigando el problema, se infiltró en el negocio y desenmascaró a los varones que le sacan provecho a la violencia sexual, al acoso callejero en Tokio. Además de dar a conocer su “modus operandi”, dieron a conocer quiénes eran los varones detrás de los sitios web de videos de “toqueteo” en Asia.
El FBI advirtió que la inteligencia artificial es usada para extorsión y acoso sexualLa historia de la joven que describió el artículo es la de cualquier otra, en cualquier rincón del mundo. Es una joven de 15 años que utilizó el transporte público para ir a la escuela y, en un momento de su recorrido, la joven trató de agarrarse de una barra de apoyo en el metro. La nota firmada por Zhaoyin Feng, Aliaume Leroy y Shanshan Chen, relató: “de repente, sintió una mano apretando su trasero. Pensó que alguien se había tropezado con ella por accidente. Pero entonces la mano empezó a toquetearla. ´Allí fue cuando finalmente me di cuenta: estaba siendo víctima de abuso sexual´, recordó la joven ante los periodistas. La mano desapareció rápidamente entre la multitud. ´No pude hacer nada al respecto´. Aquel día, Takako llegó a la escuela llorando. Fue su primera agresión sexual en un medio de transporte público, pero no la última. Casi todos los días la acosaban mientras iba a la escuela. En innumerables ocasiones, terminaba en su cama llorando al finalizar el día”, describió el artículo.
Alumnos realizaron una sentada y denunciaron situaciones acoso sexual en un colegioMiles de mujeres sufren actualmente de esta situación en los trenes y transporte público de Tokio. Son víctimas de depredadores sexuales en la calle, lo que en Argentina se describe como “acoso callejero”, legislado en Tucumán en febrero de 2022 (Ley Provincial N° 9.494 de Acoso Callejero, conforme al Artículo 71 de la Constitución Provincial). Argentina no está exenta de esta problemática ya que, de acuerdo a una encuesta realizada por la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), el 97% de las mujeres han sufrido acoso callejero y la gran mayoría de las encuestadas comenzaron a padecer estas situaciones desde los 13 años. Según el relevamiento, es muy poco denunciado, a pesar de que es considerado un delito.
Sin embargo, lo que sucedió en Japón es que, en algunos casos, las agresiones continuaban de manera online: el abuso había sido filmado y luego era vendidos a sitios pornográficos de internet. Y eso no era lo peor: el equipo de investigación de la BBC determinó que a las chicas las seguían antes de subir al metro, desde la parada a la que asistían diariamente, por ejemplo, luego las manoseaban y el video subido era resultado de esa persecución.
“Todas las noches se cubría la boca con una toalla y practicaba frente al espejo cómo poner en evidencia a un acosador: ´¡Esta persona es un 'chikan'!´. ´Chikan´ es un término japonés para describir una agresión sexual en público, específicamente el manoseo en el transporte público. También se les llama así a los propios delincuentes”, publicó el artículo sobre una de las jóvenes víctima de este tipo de agresiones sexuales y resaltó que ella usa actualmente una insignia que advierte sobre posibles atacantes a quienes viajan por la misma línea.
Dentro de la cultura japonesa hablar directa y abiertamente, es decir, gritar en un espacio público, puede considerarse de mala educación, por lo que es muy probable que las mujeres no denuncien lo que sucede en ese momento. Alrededor del 10% de las víctimas denuncia el delito. “El chikan se ha normalizado por su prominencia en la industria pornográfica de Japón. Uno de los tipos de pornografía más populares en el país, la categoría chikan, se ha extendido a otros países asiáticos”, explica el texto. Los periodistas dialogaron con el propietario de un club sexual chikan “legal” que emula la situación de mujeres en un tren, a quienes los clientes, luego de haber abonado su ingreso al club, pueden manosear a su antojo. “Dejamos que la gente haga cosas que no se pueden hacer afuera. Por eso la gente viene aquí“, dijo su propietario a la BBC en medio de una de las habitaciones privadas decoradas como vagones de tren y equipadas con un sistema de sonido que reproduce anuncios de trenes.
La investigación de este equipo de periodistas reveló una trama que incluía varias redes sociales y aplicaciones: sitios web donde se publicaba el material al cual se accedía por el valor de un dólar, cuentas en Twitter y grupos de Telegram –desde donde se descubrieron las primeras pistas para atrapar a uno de los responsables de esta red-. Los responsables aseguraron a los periodistas haber subido más de 5.000 videos a los sitios web, recibido pagos millonarios por el negocio y describieron cómo reclutan y enseñaban a los acosadores a adquirir ese material.
Muchas mujeres japonesas, mientras tanto, se convirtieron en activistas bajo el lema “Stop Chikan” que se identifica con una ilustración que muestra a una mujer que parece arrojar al suelo a un atacante masculino. Buscan crear conciencia sobre las agresiones sexuales en el transporte público.
Al finalizar la historia, los periodistas relatan que se volvieron a encontrar con la joven agredida con la que comienza su reportaje quien les dijo, consternada luego de conocer lo que sucedía con esas agresiones: “Nosotras, las mujeres, solo somos contenido en sus videos. Nos ven como objetos. No creen que tengamos corazón”.